Ahora, en lugar de llevar cables coaxiales grandes y voluminosos para cada transceptor, los operadores pueden usar cables de alimentación y fibra más ligeros y significativamente menores entre la RRU en la parte superior de la torre y la unidad de banda base (BBU). El enlace de fibra entre BBU y RRU, también conocido como “front-haul”, transporta información de RF utilizando tecnología CPRI u OBSAI (en 4G-LTE). Básicamente, la información de RF de la radio se convierte en el dominio digital y se asigna en consecuencia para que se pueda descifrar en la BBU y viceversa.
Donde la tecnología CPRI / OBSAI ofrece ventajas significativas, también crea dolores de cabeza en el caso de las macrocélulas de fibra a la antena (FTTA), ya que cualquier mantenimiento de RF o solución de problemas, como el análisis de interferencias, requiere llegar a la parte superior de la torre para acceder a la RRU. Esto representa un mayor gasto operativo y preocupación por la seguridad.
Además, los instaladores de emplazamientos celulares ahora deben realizar un espectro más amplio de pruebas para que todos los cables, conectores y otros componentes activos y pasivos estén correctamente instalados y puestos en servicio. Esto se hace para garantizar un rendimiento óptimo del sitio celular, ofreciendo así la mejor QoE posible para los suscriptores móviles y el máximo retorno de la inversión para el operador de red móvil. Algunas de las pruebas clave que pueden realizar los técnicos de emplazamientos celulares deben realizarse antes de que se acepte un sitio celular se puede resumir de la siguiente manera.
En 5G, la virtualización de funciones de red (NFV, del inglés Network Function Virtualization) separa el software del hardware sustituyendo diversas funciones de red, como los firewalls y los routers, por instancias virtualizadas ejecutadas como software. De esta manera, se elimina la necesidad de invertir en numerosos elementos de hardware de alto costo y se pueden acelerar también los plazos de instalación, lo que se traduce en una prestación más rápida al cliente de servicios que generan ingresos. La descomposición de la red con la separación funcional también trae consigo otras ventajas económicas, especialmente con la introducción de interfaces como eCPRI.
eCPRI se ha concebido para convertirse en una interfaz normalizada para la tecnología 5G utilizada, por ejemplo, en la interfaz de fronthaul O-RAN, como la unidad distribuida (DU)
Otra tecnología revolucionaria que forma parte del éxito de la tecnología 5G es la conformación de haces. Las estaciones base convencionales han transmitido señales en diversas direcciones sin tener en cuenta la posición de los usuarios o los dispositivos objetivo. A través del uso de conjuntos basados en la tecnología MIMO (del inglés Multiple Input, Multiple Output [múltiple entrada, múltiple salida]) formados por docenas de antenas pequeñas unidas en una sola formación, se pueden utilizar algoritmos de procesamiento de señales para determinar la ruta de transmisión más eficaz a cada usuario, al tiempo que se pueden enviar paquetes individuales en varias direcciones y, después, organizarse para que lleguen al usuario final en una secuencia previamente definida.
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